Brasil

Irlanda

Así es como suena el cambio: las campanas de algunas Iglesias sonaron alrededor del mundo en solidaridad a, como récord, cuatro millones de jóvenes en 150 países que marcharon en las huelgas por el clima del 20 de septiembre.

A lo largo de la historia, el sonido de las campanas de la iglesia ha llamado a las personas a despertarse, rezar, celebrar y defenderse de peligros como el fuego o la invasión. Del mismo modo, las campanas que sonaron durante las huelgas por el clima sirvieron como un llamado de atención urgente contra el cambio climático.

En algunas ciudades, los campanazos duraron 11 minutos, en representación de los 11 años que los científicos han dicho que tenemos para limitar el calentamiento global a un aumento máximo de 1.5 C, excediendo ese nivel, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU ha dicho que podrían haber sequías, inundaciones, tormentas y más pobreza, lo que amenazaría a cientos de millones de vidas en todo el mundo.

Como señal audible del apoyo de la Iglesia a la juventud, sonaron campanas en iglesias como: la parroquia de La Santa Cruz Chilibre, Panamá; la parroquia de San José de Gracia, México; la Provincia Franciscana de la Imaculada Conceicao, Brasil; y la Iglesia de Santa María, Irlanda.

Por su parte, el Papa Francisco aplaudió a los jóvenes que se han pronunciado contra el cambio climático de manera audaz, lo que muchos adultos no lo han hecho.

El Papa Francisco dijo en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, “Los jóvenes nos recuerdan que la Tierra no es un bien para estropear, sino un legado que transmitir.” Nos recuerdan que “esperar el mañana no es un hermoso sentimiento, sino una tarea que requiere acciones concretas hoy. A ellos debemos responder con la verdad, no con palabras vacías; hechos, no ilusiones.”