Roberto salió a recorrer su concesión forestal ubicada en Madre de Dios, sureste de Perú, y ya no volvió a casa. La mañana del 11 de septiembre, su cuerpo con heridas de bala fue encontrado por su padre, Demetrio Pacheco, líder ambientalista.

Su voz fue silenciada por salir en defensa de los bosques de Madre de Dios, por denunciar la minería ilegal y las invasiones de terrenos. La familia Pacheco ya había recibido varias amenazas por su actividad en favor del cuidado de la casa común, sin embargo, nunca recibieron protección. 

La Iglesia de Perú recibió con pesar esta noticia y hoy lamenta la falta de acciones que garanticen la seguridad de quienes piden la protección del medio ambiente. El Vicariato apostólico de Puerto Maldonado expresó su repudio por el asesinato y mediante un comunicado, manifestaron a los protagonistas del hecho que “Dios pide cuentas por toda sangre derramada” y les recordó que “atentar contra la vida es atentar contra el mismo Dios y, en definitiva, contra uno mismo”.

La muerte de Roberto Pacheco Villanueva es solo uno de los casos más recientes. La falta de medidas que protejan a los activistas que defienden la naturaleza, también tomó la vida de tres indígenas de la etnia Kukama Kukamiria, quienes fallecieron durante un enfrentamiento con las Fuerzas del Orden en las protestas contra la contaminación causada por una empresa petrolera y por la deficiencia de los servicios públicos de salud. 

El Vicariato asegura que líderes de pueblos indígenas y defensores ambientales han sido amenazados e incluso asesinados por levantar su voz, por lo que hacen un llamado a las autoridades para que este hecho no quede en la impunidad. 

El Acuerdo de Escazú

El Nodo Perú de la Red Latinoamericana Iglesias y Minería afirma que el Acuerdo de Escazú pondría fin a la impunidad de los crímenes a defensores del medio ambiente. En el art. 9 del Acuerdo se establece que “cada parte garantizará un entorno seguro y propicio en el que las personas, grupos y organizaciones que promueven y defienden los derechos humanos en asuntos ambientales puedan actuar sin amenazas, restricciones e inseguridad”. 

El pasado 26 de septiembre se cerró el periodo de firmas del Acuerdo de Escazú siendo ratificado por 10 países de América Latina y el Caribe. Perú no es uno de estos. El Congreso de este país no ratificó el acuerdo al que ya estaba suscrito desde el 2018. Por esta razón, la Conferencia Episcopal Peruana exhorta a sus representantes “a priorizar la defensa de la vida, la protección de los derechos, del ambiente y el desarrollo humano integral” a través de la ratificación del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe.

La firma del Acuerdo de Escazú todavía es posible en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Perú aún está a tiempo.

Como Movimiento Católico Mundial por el Clima, nos unimos a la Iglesia peruana para agradecer la vida de Roberto Carlos Pacheco Villanueva y la de todos los hermanos que encarnaron las palabras del Papa Francisco en su visita a Puerto Maldonado en el 2018: “Amen esta tierra, siéntanla suya. Huélanla, escúchenla, maravíllense de ella. Enamórense de esta tierra Madre de Dios, y comprométanse cuidarla y defenderla. No la usen como un simple objeto descartable, sino como un verdadero tesoro para disfrutar, hacer crecer y transmitirlo a los hijos”.