Por la Rvda. Dra. Rachel Mash
Canóniga Provincial para el Medio Ambiente de la Iglesia Anglicana del Sur de África

“Es una alerta roja para la humanidad. Las campanas de alarma son ensordecedoras y las pruebas son irrefutables: las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles y de la deforestación están asfixiando a nuestro planeta y poniendo en riesgo inmediato a miles de millones de personas”, dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, tras la publicación del reciente informe de la ONU sobre el clima.

Ante tal emergencia, ¿qué valor tiene el Tiempo de la Creación? ¿No es el papel de los políticos y los científicos luchar contra la crisis climática?

Rvda. Dra. Rachel Mash

La realidad es que los científicos y los políticos son conscientes del cambio climático y llevan 30 años luchando por combatirlo. Más ciencia no parece cambiar el comportamiento de los humanos que parecen empeñados en destruir el mismo planeta que sustenta nuestra vida.

¿Cómo lograr un progreso real?

Aunque en 2015 se lograron algunos avances en París, cuando los países se pusieron de acuerdo en que la crisis climática es real y que todos debemos trabajar contra ella, si dejamos que los políticos se encarguen solos de la crisis, nos dirigiremos al desastre. El ritmo del cambio será demasiado lento.

 

Gus Speth, ex asesor medioambiental del presidente estadounidense Bill Clinton, dijo:

“Solía pensar que los principales problemas medioambientales eran la pérdida de biodiversidad, el colapso de los ecosistemas y el cambio climático. Pensaba que con 30 años de buena ciencia podríamos abordar esos problemas. Pero estaba equivocado. Los principales problemas medioambientales son el egoísmo, la avaricia y la apatía… y para tratarlos necesitamos una transformación espiritual y cultural, y los científicos no sabemos cómo hacerlo”.

Para que se produzca esa transformación espiritual, tenemos que despertar al gigante dormido que son las comunidades religiosas. ¿Pero cómo?

Despertar al gigante dormido de las comunidades religiosas

El ex presidente sudafricano Nelson Mandela dijo: “Si le hablas a una persona en un idioma que entiende, le hablas a la cabeza. Pero si le hablas en su lengua materna, le hablas al corazón”.

El Tiempo de la Creación es una de las formas de hacer precisamente eso con las comunidades de fe.

MIRA: ¿Qué es el Tiempo de la Creación?

La Iglesia Anglicana del Sur de África fue una de las primeras en adoptar el Tiempo de la Creación y aprobó una resolución en 2010 para incluirlo en su calendario litúrgico.

Durante los primeros seis años, produjimos un folleto de recursos con un tema diferente para cada semana, y durante los últimos tres años, hemos producido recursos del Tiempo de la Creación para cada año de lecturas del leccionario, por ejemplo, el año A, B y C.

Los materiales se han creado para ayudar a la gente a explorar las Escrituras, crear sermones y oraciones, pensar de forma creativa y actuar.

Conectar la crisis climática con nuestra fe

Muchas personas se sorprenden cuando escuchan sermones sobre el cuidado de la creación, la injusticia climática y el agua. ¿Quién sabía que hay 722 versículos en la Biblia sobre el agua?

Su actitud hacia nuestro sagrado elemento bautismal cambia cuando escuchan un sermón en el que se exponen los peligros del cambio climático y la contaminación.

MIRA: Descubre todo sobre el tema del Tiempo de la Creación 2021

La gente de fe se mueve a la acción después de enterarse de la extinción de tantas criaturas de Dios y conectar eso con un sermón sobre la primera tarea que se nos dio como seres humanos, cuidar de la Tierra (Gn 2:15).

Curiosamente, ¡muchos ecologistas cristianos tampoco han logrado establecer el vínculo entre su fe y su trabajo!

Muchos han comentado lo asombroso que ha sido durante el Tiempo de la Creación darse cuenta de que están haciendo el trabajo de Dios y cumpliendo la Quinta Marca de la Misión: “Luchar por salvaguardar la integridad de la creación, y sostener y renovar la vida de la tierra”.

Llevar el cuidado de la creación a todas las iglesias

El Papa Pablo VI dijo: “La liturgia es como un árbol fuerte cuya belleza deriva de la continua renovación de sus hojas, pero cuya fuerza proviene del viejo tronco, con sólidas raíces en la tierra”.

La incorporación de la enseñanza sobre el cuidado de la creación, la degradación del medio ambiente y el cambio climático a través del Tiempo de la Creación ha empezado a cambiar gradualmente el ADN de las iglesias.

En lugar de que los asuntos medioambientales sean sólo para un pequeño grupo o el “equipo verde”, las iglesias de todo el mundo están empezando a ver cómo la conciencia ecológica se incorpora a los cánones de la Iglesia y al culto habitual.

Ha sido alentador ver cómo ha progresado la incorporación del Tiempo de la Creación en nuestro calendario litúrgico. Cientos de iglesias de nuestra red ofrecen ahora al menos un servicio centrado en el Tiempo de la Creación y/o incorporan oraciones centradas en la crisis climática.

También nos han recordado que lo que hacemos ahora tiene un efecto duradero: un joven de nuestra iglesia pensó que siempre habíamos celebrado el Tiempo de la Creación. Por otra parte, después de una década algo se convierte en una tradición en una fe tradicional, ¡como la anglicana!

Una celebración ecuménica

Pero la verdadera belleza del Tiempo de la Creación es el hecho de que es un momento ecuménico que reúne a todos los cristianos para centrarse tanto en la oración como en la acción, y tanto en la celebración como en la incidencia.

La creación está gimiendo -la red de la vida se está deshaciendo- y nos enfrentamos a un futuro sombrío en el que muchas zonas de la Tierra podrían no ser capaces de sustentar la vida (Rom 8:22).

Pero sabemos que la creación está de puntillas esperando que se revelen los hijos de Dios (Rom 8:19). El Tiempo de la Creación es una de las formas en que el Espíritu de Dios llama a los cristianos a revelarse.

Avancemos juntos, como una familia cristiana global, despierta al clamor de la Tierra pero decidida a renovar la vida en toda la creación de Dios.

La Dra. Rachel Mash es miembro del comité directivo ecuménico del Tiempo de la Creación. Es canóniga provincial para el medio ambiente en la Iglesia Anglicana del Sur de África, que comprende Sudáfrica, Lesotho, Angola, Mozambique, Namibia y Eswatini (Suazilandia). Este trabajo se ha convertido en el movimiento de los Anglicanos Verdes, que también incluye a África Central, Kenia y la RDC. También forma parte del comité directivo de la Red Ambiental de la Comunión Anglicana.